Entre el amanecer y el atardecer. Gestión urbanística en Salamanca y Lugo


En los últimos años del siglo XX y en los años del siglo XXI, se han producido unos acelerados procesos de crecimiento de las ciudades debidos al boom inmobiliario en el que estuvo inmerso nuestro país. La Administración local se encarga de ejecutar y gestionar el planeamiento urbanístico, decidiendo si se hace empleo de planeamiento parcial o no. Este trabajo se centra en estudiar cómo se realiza la gestión urbanística en la ciudad de Salamanca y en la ciudad de Lugo entre los años 2004-2011, para responder a las preguntas: ¿qué variables influyen para que las Administraciones decidan utilizar o no planeamiento de desarrollo?, ¿son las mismas variables para diferentes zonas de España?
Vemos que existen diferentes patrones de actuación dependiendo en qué lugar nos encontremos; en Lugo se desarrolla nuevo suelo urbano a través de figuras urbanísticas que abarcan pequeñas superficies como; Planes Especiales de Reforma Interior, Modificaciones Puntuales del Plan General o Estudios de Detalle. Estas figuras hacen que la ciudad sufra un crecimiento carente de estrategia y visión global. Mientras, en Salamanca se utiliza planeamiento de desarrollo, es decir, Planes Parciales que hacen que el crecimiento sea más ordenado y estratégico, pero posiblemente bastante exagerado para las necesidades de crecimiento que alberga Salamanca.
Nos encontramos en dos territorios diferentes, con distintas formas de llevar a cabo los procesos de urbanización, entonces nos preguntamos ¿a qué se debe que los caminos escogidos para hacer crecer una ciudad sean diferentes, cuando se ha comprobado que la base legislativa es muy similar en las dos comunidades autónomas? ¿qué variables pueden influir en que se utilice o no planeamiento de desarrollo?
En esta investigación encontramos que hay diferentes factores que influyen de forma negativa para que Lugo no utilice planeamiento parcial. Tanto la fragmentación de la propiedad como la dispersión de la población y la orografía del terreno dificultan la gestión urbanística. Además, una alta permisividad de la Administración ha hecho que los promotores hayan captado ciertas responsabilidades urbanísticas que al mismo tiempo ayudan a mejorar sus beneficios económicos.
En el caso de Salamanca vemos otras variables que influyen para que la ciudad utilice planeamiento parcial para gestionar su crecimiento. Una menor fragmentación de la propiedad y una orografía menos abrupta, facilita la gestión urbanística. Además la Administración ha visto en el desarrollo urbanístico una manera de obtener beneficios económicos a través de la obtención de cesiones y de nuevos impuestos de bienes inmuebles.
Este trabajo intenta estudiar y responder a estas cuestiones, que ponen de manifiesto que sea cual sea el camino escogido, parece ser que el objetivo principal del urbanismo queda lejos de crear ciudades sostenibles y eficientes y estar más cercano a la obtención de beneficios económicos.

Kristel Rodríguez

2 comentarios:

  1. Quizás estaría bien reflexionar cobre el concepto tan manido de Ordenación del Territorio.
    Este concepto, en mi opinión, está estrechamente vinculado a intereses económicos, casi siempre la prioridad de hacer una ordenación del territorio está ligada a alguna actuación ligada a intereses económicos, bien urbanísticos, industriales o de grandes infraestructuras.
    Pienso que lo que planteas de la forma de hacer urbanismo en una ciudad u otra esté relacionado con la pujanza económica de cada una de ellas y desde luego de la visión y conocimiento que sus regidores tengan de su territorio y sus necesidades.

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  2. Estoy totalmente de acuerdo con tu aportación.
    Haciendo el estudio de estos dos casos, sale a la luz como los intereses económicos redireccionan la planificación urbanística. Tanto la cesión a los promotores de responsabilidades urbanísticas, como el excesivo desarrollo urbano, ponen de manifiesto el vínculo entre Ordenación del Territorio y intereses económicos.
    Bajo mi punto de vista, es una lástima que nuestros territorios se modifiquen, e incluso se creen nuevos, a manos del postor más fuerte, sin tener en cuenta el beneficio común para la sociedad y el medio.

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