Volcán de Teneguía, 1971
El volcán Teneguía de La Palma entró en erupción el 26 de octubre de 1971 lo que constituye la última erupción en superficie en territorio español, modificando la topografía de la isla e incluso aumentando el tamaño de la misma.
Este trabajo persigue
analizar la morfología de las coladas de lava generadas en esa
erupción para conocer su comportamiento
de
cara a futuros modelados y para la comprensión del riesgo volcánico.
Además se busca mejorar la delimitación de la superficie inundada
mediante la integración de varias fuentes de información como
ortoimágenes o datos lidar.
Esta información es
completada con la estimación de la variación volumétrica de la
zona, evaluando distintas metodologías de cálculo para encontrar
aquella que proporcione resultados más exactos, comparándola a su
vez con tecnologías más tradicionales.
Por un lado se emplean
herramientas de los sistemas de información geográfica (SIG),
generando modelos digitales de elevación de la superficie anterior y
posterior a la erupción, de cuya diferencia surge el volumen
incrementado en la isla. Estos modelos se obtienen por la
interpolación de las curvas de nivel de partida, utilizándose 4
métodos de interpolación: ponderación por el inverso de la
distancia, spline, kriging y ANUDEM.
Los resultados señalan
que los modelos digitales más exactos son los interpolados con el
método kriging, el cual tiene en cuenta además de los puntos de
entrada las relaciones espaciales entre los mismos. Esto se ha podido
corroborar mediante un control de calidad realizado con muestras
aleatorias de puntos sobre los modelos anterior y posterior a 1971,
calculando el error medio cuadrático en la coordenada Z. Así, el
volumen aumentado se estima en 31.762.658.093 m3.
Por otro lado ese
volumen es calculado mediante la técnica tradicional de los perfiles
transversales, utilizada en la cubicación de tierras de viales, pero
adaptada a este contexto. Estos perfiles se generan
perpendicularmente a unos ejes longitudinales determinados a partir
de polígonos Thiessen.
El resultado del volumen
global obtenido con esta técnica no se encuentra muy alejado del
proporcionado por los modelos SIG, siendo un 3% inferior debido a la
generalización de información que crean los perfiles y que es mayor
cuanto más elevada sea la equidistancia entre los mismos.
Analizando la superficie
inundada se observa que en la zona de los conos se concentra la mayor
parte del material emitido, mientras que en los contornos, zona donde
se producen las generalizaciones del método de perfiles, este es
mucho menor, de ahí que no incida tanto en el resultado global.
A su vez también se
analiza el comportamiento de las coladas mediante la información
gráfica proporcionada por el método de perfiles, mientras que un
análisis hidrológico realizado sobre el modelo anterior a 1971
permite determinar los canales sobre los que discurrieron esas
coladas.
A pesar de la
complejidad y extensión de la zona de estudio, se ha conseguido
responder a los objetivos marcados, obteniendo resultados coherentes
con los de trabajos existentes además de complementarlos.
Jorge Peña López
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